Creado a finales de los años cincuenta, el Comité de Sigilografía, vinculado al Consejo Internacional de Archivos, fijó como tarea principal la armonización y la normalización de los términos utilizados en la catalogación de los sellos y los principios que debían regir su redacción.
Se trataba de una tarea gigantesca, ya que había que traducir con precisión los términos adecuados de una lengua a otra, y compleja, además, porque los sellos eran objeto de interés para muchas disciplinas y había que perfilar una terminología común.
No es de extrañar, por lo tanto, que se necesitaran más de treinta años en publicar el Vocabulaire International de la Sigillographie, una definición normalizada de más de trescientos términos traducidos a doce lenguas europeas - alemán, inglés, español, húngaro, italiano, neerlandés, noruego, portugués, polaco, rumano, ruso y sueco-, que constituye, hoy en día, un instrumento esencial para la catalogación de los sellos.
Los términos se estructuran en nueve bloques temáticos:
I. Generalidades
II. La naturaleza material del sello y su tradición
III. Naturaleza diplomática y naturaleza jurídica del sello
IV. Modos de aposición del sello
V. Las matrices de sellos
VI. Materia, color y forma de los sellos
VII. Las partes del sello, los tipos y la iconografía
VIII. La paleografía de los sellos
IX. La conservación de los sellos
Su taxonomía es clave en el desarrollo de la base de datos SIGNVM.